domingo, 23 de diciembre de 2012

El fin del mundo en Sierra Nevada

Salí de currar el día 20 de Diciembre a las siete y media, fui a casa a darme un duchazo y enhebramos el camino hacia Granada, ¿por qué Granada? era el único sitio de España que daban buen tiempo, entonces, allá que nos fuimos. No llevábamos ni diez minutos de camino, cuando nos acordamos que no habíamos comprado repuesto de gas, así que, nos tocó parar en el Corredor, mi sorpresa fue, que Alcampo ya no vende campingaz, pufff menos mal al Mateo, que se le ocurrió mirar en la tienda de las armas, aunque yo le decía:  cómo narices iba a haber allí, pues había y menos mal que compramos uno. Listos ya, reanudamos el viaje de nuevo, no habían pasado ni diez minutos, cuando un coche nos arrolló y tuvimos que parar en una gasolinera a remendar el paragolpes, menos mal mi cordino jejeje. En fin, ¿para qué esta el seguro?



Cordino multiusos





Los bancos de niebla nos acompañaron todo el camino, no se separaron de encima hasta encarar la última subida hacia el Albergue Universitario, que vistas más bonitas cuando se quita la nube, hasta de noche se ve el Veleta. Era la una y media de la noche y nos estaban esperando para cerrar, cogimos todos los bártulos para llevarlos y prepararlos dentro de la habitación, cenamos un poco de pasta que me hizo mi madre por la tarde y repartimos el equipo para igualar pesos, pero que jodio, si va con una mochila de 30l, ahí no cabe nada...
En fín, pusimos pronto el despertador y a la piltra.

Eran las siete y media, ya estaban los ACDC dando la paliza, jejeje que narices, !arriva¡ mira que día tenemos.

Amanecer desde la ventana del albergue



Un cola-cao rápido y en marcha, llevábamos un buen ritmo y tuvimos el Veleta de referencia un ratito, pero, ¿cómo no iba a venir nuestra nube kindon?, pues menos mal que teníamos previsión de sol....No se veía nada en 20m a la redonda, sin querer nos desviamos un poco y pasamos muy cerca de la cima del Veleta, con lo cual, no encontramos el refugio de La Carigüela, yo sabia que había que descender un poco, pero no cuanto, así que para abajo, seguimos unas huellas que nos llevaban al norte, pero el rastro se desvaneció al llegar a una arista muy puntiaguda, como paisaje era precioso, pero con el viento que corría, estaba la cosa como para hacer fotos jaja, seguimos adelante hasta un collado que soplaba el viento tan fuerte que era muy difícil andar, tardamos un poco en cruzarlo y nuestra sorpresa fue encontrar un pico, con un hito en la cima, eso no lo ponía en ningún mapa, por lo tanto, no estábamos seguros de estar en el camino correcto, todas sus vertientes eran paredes de hielo y roca descompuesta, no puede ser, intentamos destrepar y bajar por varios sitios, pero era una tarea algo arriesgada, al no ver mas de 20m e ir sin cuerda, nos sentamos cerca de la cima a hablar y decidimos volver hasta el Veleta, volvimos por el mísmo camino siguiendo nuestra huella, por fín un poco de suerte, un pequeño claro de cinco segundos nos sirvió para localizar el refugio de La Carigüela (3.200m). Así que decidimos tomar algo calentito, hasta poder ver algo, puesto que habían dicho que iba a hacer sol los próximo días, pero esto no ocurrió hasta caer la tarde, que nos dejo esta bonita foto del Mulhacen y la Alcazaba.

Alcazaba y Mulhacen



A esas horas ya era muy tarde para dirigirnos a La Caldera, además habían llegado unos murcianos y unos profesores de la estación a dormir también allí, dos chicos muy majos; Pi de tarifa y Nomo de Asturias, !si señor!  trajeron hasta vino para celebrar el fín del mundo, !qué valor¡ claro que luego me enteré que ellos no suben al refugio, si no que bajan porque pillan el remonte, que listillos, así cualquiera trae vino ( lambrusco en cristal ) jajaja con esas, todos sacamos de todo y preparamos una cena que no tenia nada que envidiar a la de Nochebuena, pero dos días antes jejeje.

La Carigüela (3.200m)




No habíamos terminado de cenar cuando uno de los murcianos estaba roncando el tío jajaja, menos mal que traje los tapones, pero ni con esas pude pegar ojo, porque cuando todos se durmieron, era un concierto de cuatro personas roncando, un espectáculo, así a las siete de la mañana ya estaba haciendo ruido y preparando el desayuno, si no duermo yo, no duerme nadie, pero nada, mientras todos desayunábamos todavía seguía roncando el primero que se acostó, eso es dormir, parece que está mejor que en casa jajajaja.

Menos mal, amaneció un día muy despejado, no había en el cielo ni una sola nube, que idiotas fuimos, se ve perfectamente la carretera, si la cojes ya no hay perdida, pero bueno lo hemos pasado bien aquí con esta gente, así que nos hicimos unas fotos y marchamos rápido que sabíamos que iba a apretar el sol y queríamos hacer cima en el Mulhacen.


Por el camino vimos nuestras huellas del día anterior en mitad de la ladera, qué cerca teníamos el camino, pero hicimos bien en darnos la vuelta, porque por donde intentamos bajar se veía bastante peligroso, además no nos llevaba al camino correcto.
 En una hora y media desde el refugio, estábamos justo debajo de la última subida, parece que está cerca, pero a medida que asciendes, se aleja más y más y más...  ¿os suena eso verdad? jejejeje



Último tramo al Mulhacen







Mateo me decía: ¿ por aquí se tarda una hora y media? no, no puede ser, será por otro lado jejeje, pues que va, no se exactamente cuanto, pero no se aleja mucho del tiempo estimado, el colmo fue, que había hielo y nieve por todos lados y nosotros sin agua, pero, ¿cómo íbamos a parar a  mitad de subida a derretir nieve? pues nada, a meterse caramelos de hielo y adelante, con esas, por fín, llegamos a ese poste geodésico que tiene la virgen de las nieves, algo enterrada y tapada por la nieve y los candados.

Mulhacen (3.483)















Una foto de rigor, que nos hizo un tipo de Madrid, que venia en solitario por la norte, ¡ole el bicho! Estuvimos por lo menos media hora tumbados al sol en la cima, mientras dejamos la cantimplora negra del Mateo llena de nieve en unas rocas, para intentar no gastar gas y así poder hidratarnos un poco, funcionó en su justa medida, bebimos un trago cada uno y se acabó, así que decidimos bajar a por más a la laguna, fue una bajada graciosa, bajábamos arrastrando lo que podíamos, pues estaba apretando el sol y te hundías bastante, pero lo más inclinado te lo quitabas bien, en ese momento sólo pensábamos en beber, bajamos sedientos y nada más llegar a la laguna, entramos despacito hasta el centro, y empezamos a picar y picar y picar...... Así hasta 20cm y ni rastro de agua, saltamos, corrimos y nada, eso sonaba pero era imposible de encontrar agua, así que decidimos marcharnos. Justo en la orilla de la laguna encontramos una fina capa de hielo, superpuesta a una mas gruesa, la cual hacia que el sol tuviese fuerza suficiente para derretir la fina capa y formar un charquito entre ambas, así que rompimos un poco y a beber como perrillos jejejeje, parecíamos dos náufragos bebiendo agua de un charco, fue una escena curiosa, nos bebimos todo el charco y nos fuimos a La Caldera a tomar el sol un poco, allí nos encontramos con los colegas murcianos, que venían agotados y con ampollas en los pies, decidieron no hacer cima y se volvieron a La Carigüela a dormir, para así, llegar antes el día siguiente al coche, pero nosotros nos habíamos ganado el poder estar tumbados al sol, sin calcetines y en manga corta.














A Mateo, le entró el hambre y mientras el cocinaba, yo me acerque a por agua de nuevo y mira tú por donde, el agüjero de 20x20x20 que hicimos, se había llenado a rebosar, así que, llené a tope las dos cantimploras y bebí un poco. De vuelta, ya tenia unos espaguetis bien calentitos, ¡esto es efectividad! En la sobremesa, Mateo y yo buscábamos una piedra que tuviese un parecido razonable al Mulhacen, mientras iba llegando más gente al refugio, un tío de Almería, un madrileño y una parejita de no me acuerdo dónde jajaja. Estuvimos hasta ya bien entrada la noche sentados en la puerta, hablando con el chico de Almería, al que le deseo mucha suerte con su expedición al Aconcagua, en estos momentos debería estar allí.

Justo cuando nos disponíamos a hacer la cena, Mateo estaba cogiendo un poco de nieve para derretir y desde la laguna se trajo un zorrillo, dió mucho juego mientras posaba para todas nuestras cámaras, no se asustaba en absoluto, se ve, que está más que acostumbrado, ganando comida en invierno de esta manera. Cuando se cansó de nosotros, se fue a visitar a los colegas murcianos que dormían en La Carigüela y nosotros seguimos preparando la cena, para poder acostarnos pronto.

Mateo de las nieves



La mañana siguiente me desperté bastante pronto, serian alrededor de las siete y no había nada de luz pero ya no tenia sueño, me levanté para ir al baño y ya de paso coger un poco de nieve para hacer el desayuno, con todo el ruido que hice conseguí despertar a todo el mundo jejeje, el campo es de todos como diría el Low jejeje. Nada más acabar de desayunar, preparar la mochila y demás cosas, sólo me faltaba ponerme las botas y salir a andar, mira tú por donde, me encontré los cordones deshilachados y trozos de chocolate y avellanas dentro de la bota, claro, lo primero que pensé, que mi compañero había estado comiendo chocolate sin mí jajaj y encima me había pisado los cordones con los crampones, ¡qué canalla!. Bueno como no estaban rotos del todo, no le dí mayor importancia y comenzamos a andar, hacía un día de mucho calor, se anda fatal, te vas hundiendo a cada paso que das, aún siendo bastante temprano, sólo hay suelo firme en las zonas umbrías, llevábamos aproximadamente, una hora andando, cuando me apareció un fuerte dolor en la espalda, que se comunicaba con el pecho, no me dejaba llenar al máximo los pulmones y era incomodisimo andar con mochila, tuvimos que parar a que Mateo me estirase la espalda, no noté ninguna mejoría, pero le pedí que sacase el chocolate que quedaba para repartirlo y así aprovechábamos la parada, se nos quedó una cara de tontos, cuando vimos que la mayor parte del chocolate, se lo habían comido los ratones durante la noche,  hubiese sido gracioso tenerla en foto jajaja y yo pensando mal de mi compañero, si es que, ¡qué  mal pensado soy! en fín, al ratón le gustó mi bota y nuestro chocolate, pero, ¿por qué me muerde los cordones?, bueno por lo menos sólo ha sido eso, pero que conste, el chocolate estuvo dentro de la mochila en todo momento.
















Eran sobre diez y media de la mañana cuando entramos en las pistas de la estación, que casualidad que volvimos a encontrarnos con los colegas murcianos y con toda esa maraña de gente esquiando, no se supone ¿qué era el fin del mundo? jajaja. Pronto dejamos atrás a los colegas, al empezar a probar los pantalones goretex y mi coxis regenerado jejeje vamos, que nos deslizamos por toda la pista, hasta que se acabó la nieve, justo en el preciso momento que yo había perdido el control de la nave y me dirigía hacia Mateo con los crampones por delante jajaja, encogí un poco las piernas y él aprovecho para saltarme, tiré de freno de mano y paré a 5cm de las rocas jajaja, ¡qué precisión!, fue todo más justo que un condón, como diría el Grunxi. Poco más adelante, encontramos un sitio para sentarnos y quitarnos los crampones, parecía que acavábamos de bajar de la cinta de correr, qué sensación más rara ir sin pinchos.

 Llegando abajo paramos a que nos hicieran la típica foto de Sierra Nevada, no demoramos mucho, pues nos apetecía ir a tomar algo al bar, nos lo habíamos ganado. Así que al llegar al coche, puse las botas al sol un ratito, mientras el "abuelo" entró al albergue, yo lo esperé sentado al sol yaproveché para hablar con la gente, pero no tardamos en marcharnos a Granada.

















Encontramos aparcamiento en un barrio de Granada y preguntamos a la primera señora que vimos por un lugar donde poder comer algo, que razón hay cuando se dice, "que hay que preguntar a los autóctonos", con tres consumiciones nos fuimos más que llenos, es impresionante que bien funciona por esa zona la hostelería, una comida de primera por catorce euros, les pedí una tarjeta porque pienso volver, además gente muy amable.

Con esto, creo que a terminado el viaje, porque los caminos de vuelta, suelen ser de un silencio interno interrumpido por recuerdos con algún comentario y apagados por el cansancio, así que sin nada más interesante que contar, ponemos to be continued... a  la escapada que hicimos para evitar el fin del mundo jajaja ¡qué chorrada! por cierto.

Nos ha pegado el solecillo

viernes, 20 de julio de 2012

Vacaciones de relax de dos alakranas



                                              

Partimos de Guadalajara a las 07:00 del día 14 dirección Bujaruelo, voy algo rapidito por las ganas que tengo de llegar y porque Rafa va durmiendo casi todo el camino. Ya son las 11:00 y estamos en Torla, donde paramos en la tienda de montaña del final del pueblo a comprar unos crampones para Rafa, porque no pudieron prestarle unos y los necesitábamos si o si; menos mal que hemos encontrado unos “baratitos” aún así parece que tienen buena pinta y ya de paso cogió también una capa de agua. Ya con todo casi preparado nos dirigimos al camping de Bujaruelo, montamos el campamento 1, dimos una vuelta por la zona para ver por donde iríamos al día siguiente y para probar de paso las botas nuevas que no había podido domar antes (he de decir que esto no se debe hacer ya que ir a la montaña con botas a estrenar puede ser un problema). Pronto nos dimos cuenta de lo fuera que estábamos, aunque le echamos la culpa al humo jaja y así ya empezaron los líos jaja para variar. Creía saber el camino correcto, pero para asegurar preguntamos al guarda del camping que nos lo aclaró perfectamente, ya con todo atado nos repartimos el peso de las mochilas y nos relajamos un poquito. Hoy había que acostarse prontito.


05:40 a.m. del día 15, no he pegado ojo en toda la noche, el viento no ha dejado de azotar la tienda, el colchón no es de lo mejorcito, todo se une a las ganas que tengo de andar y para colmo los ronquidos de oso de Rafa y ¡yo sin mis tapones que los olvidé en el coche! Despierto al oso y nos preparamos nuestra pócima (agua, leche en polvo, cola-cao y avena a tuti.). Cogemos y guardamos todos esos últimos detalles y pista, sabíamos de la dura entrada del día. Hacia fresco y salimos de largo, hay que subir hasta la tercera torreta de la luz, y tomar el sendero contrario al puerto de Gavarnie, donde cruzaremos el barranco, desde allí ascenderemos hasta los 2305m que está el ibón Bernatuara, es una subida que no se hace muy larga, por sus bonitas vistas, donde podemos apreciar cascadas, flores y demás.

















Ibón Bernatuara
A las 10:00 a.m. estábamos tumbados en la brecha que da paso al ibón, hace fresquito, y aprovechamos para retomar fuerzas con unos frutos secos. Después volvemos a iniciar nuestra aventura, tenemos por delante un descenso de “relax” hasta el lago de Ossoue a 1850 m por el valle de la Canau, allí nos encontramos a un grupo de gente bañándose completamente desnudos en el río, la verdad que nos dio un poco de corte mirar las vistas de esas dos cascadas donde ellos estaban. Seguimos adelante y tuvimos dudas sobre que camino coger, pero en seguida consultamos el mapa y cogemos el correcto, que te lleva directo al lago.







lago de Ossoue
A la 13:00 estábamos allí y teníamos hambre, el tiempo no acompañaba, hacia mucho viento para variar. Decidimos montar la tienda para cocinar, una sopita calentita con espaguetis nos lleno el estomago, y como buen español al final de la comida una siestecita.

El sol ya era insoportable a esas horas, cada uno nos buscamos una sombra para recostarnos bajo su cobijo, nuestra siesta estaba programada hasta las 15.00 p.m.






15:40 p.m. me despierto desorientado, helado, todo ese sol, ya no está, y todo el cielo está cubierto por una espesa nube que no deja ver mucho más allá del lago. Despierto a Rafa y está igual que yo, preguntándose, dónde se había metido el sol, o mejor dicho, de donde habría salido tal cantidad de nubes. Recogemos todo deprisa y corriendo, (todavía seguimos atontados por la siesta) y reanudamos la marcha.
Nos queda una dura subida hasta el refugio de Baysellance  que está a 2561 m y para colmo esa nube nos está humedeciendo y tenemos que aumentar el ritmo. Voy dejando atrás a Rafa, pero tengo que ir deteniéndome para no perderle de vista. La niebla se hace más espesa a medida que ascendemos, por lo que seguro que no estamos perdiendo bonitos paisajes.









Cuando llegamos a las grutas de Russel, sabíamos que estábamos en el camino correcto y cerca del refugio, así que no nos detuvimos mucho allí, lo justo para un traguito de agua, unas avellanas y rellenar la cantimplora. Estuvimos pensando en montar allí el campamento 2 pero en esas pequeñas cuevas huele un poquito “fuerte” y había mucha humedad, está claro que no íbamos a dormir muy bien que se diga, así que Rafa me animó a seguir pensando en unas cerves en el refugio y quizá en el alojamiento, fue un mal engaño el que nos hicimos, porque nuestra mala suerte volvió a aparecer al llegar al refugio. Pase dentro a preguntar y estaba completo, no tenían sitio para dormir ni en el comedor, ¡qué fuerte! y nosotros con una tienda que no aguanta el agua, menos mal que vendrían  3 días buenos que sino.... En fin por lo menos pudimos dejar todo el equipo dentro para que no se mojase, y ya ni cerves ni nada, yo me pedí una coca-cola y me salí fuera a buscar un buen vivac por allí cerca, vi un sitio casi perfecto para la tienda pero allí guardaban la leña, barriles de cerveza y seria un poco atrevido montar la tienda por eso pedimos permiso, al que no nos pusieron ninguna pega, era un sitio hecho aposta para mi tienda jaja asi que ese fue el campamento 2.  Lo protegimos con las capas de agua y listo, a las 20:00 p.p. estábamos metidos dentro cocinando un poco de puré para cambiar un poquito. Fue cenar, echar un poco de humo, escribir un poquito y a dormir. Hoy por lo menos hemos  habíamos eliminado el viento y mañana si el tiempo nos deja subiremos el Vignemale.















07:30 a.m. del día 16, estoy sudando, tengo frió, oigo un presunto cachondeo sobre nuestro campamento,(normal, son alakranadas jejej), me levanto, abro la tienda pero todo me cambia al no apreciar ni una sola nube en el cielo y poder observar las maravillosas vistas que nos regala el pirineo español desde el lado francés, increíble. Converso un poquito con unos catalanes sobre la ruta a seguir pero parecen no indicarme muy bien y prefiero fiarme de mí para variar jaja.
 Parece que Rafa me ha escuchado y se ha levantado a ver todo esto como yo, le enseño la ruta que seguiremos, nos preparamos la pócima, separamos “solo” lo necesario y todo lo demás se quedo en las perchas del refugio, y emprendimos la marcha hacia la cima. El camino empieza descendiendo por donde habíamos subido el día de antes (que no veíamos nada) hasta llegar a la entrada del gran glaciar de Ossoue pero justo se acaba el camino y hay una pequeña travesía “fácil” pero expuesta y con roca suelta a la que Rafa no le mola nada ir por allí. Yo tiro para delante diciéndole que esto le sirve de entrenamiento sencillo para no bloquearse en la última trepada y bueno al tran tran lo supera sin ningún problema, ya debajo del glaciar nos equipamos con los crampones y demás y continuamos el ascenso.











El principio es una pendiente bastante inclinada, encima somos unos dormilones y nos la encontramos bastante pisada, pero bueno se deja subir bastante bien, aunque Rafa esta algo preocupado por la bajada al no tener piolet, pero lo tranquilizo un poco, aunque aún no sabe lo que le espera jaja. A medida que ascendemos, por el margen izquierdo del glaciar contemplamos nuestras primeras vistas de la cara S del Vignemale, parecen unos pocos minutos que se convierten en horas, así que a uno le da mucho tiempo para ir buscando la ruta por la que trepará, que dependiendo por donde te dirijas es de diferente grado pero no mas de IV, aunque igual de expuesta. Por fin nos metemos debajo de esa pared de dados rojo fuego que parece caerse a cachos y pronto nos quitamos el equipo que dejamos a pié de pared. Empecé por una placa de agujero, de los de Patones, para continuar por una serie de diedros que no entrañan mucha dificultad pero hay que estar atento en todo movimiento que se hace para no tirar piedras y mucho menos tropezar; me paro un poquito porque veo gente descendiendo con “poco” cuidado y tirando piedras que se precipitan hasta la mitad del glaciar, alucinante si te coge. Cuando están a nuestra altura prosigo trepando y avisando a Rafa de las que se mueven. Hacía calor pero fue llegar a la arista cimera y solo el viento que sopla y el propio sudor te deja helado, en fin, en unos treinta minutos de solo integral llegamos a ese poste de hormigón que está a 3298 m, tan codiciado por montañeros de diferentes nacionalidades. ¡Lo habíamos conseguido! Allí estábamos los dos, pasando frío, pero con una sonrisa de oreja a oreja y con la impresión de tener algún poder sobre todo aquello que está debajo nuestra. Se podían apreciar hasta 6 lagos por su vertiente norte, al este todo el macizo del perdido, la norte de chausenque, impresionante.




punta Chausenque
Rafa trepando







 En la cumbre lumbre, realizamos unas fotos y empezamos el descenso. Sufrimos un poquito más bajando, pero lo hicimos con extremo cuidado para no hacer lo mismo que nos habían hecho antes, puesto que observamos a tres personas empezando a subir. Nuestra sorpresa fue que al llegar a su altura eran personas de unos 60 años de edad, las cuales causaron mi admiración solo por estar allí y más aún por intentar trepar por donde yo lo había hecho. Así que me ofrecí a enseñarle a la señora un camino más fácil,  subió sin problemas y me lo agradeció con gran cariño.
Nosotros continuamos nuestro camino, teníamos que bajar y quitarnos la trayectoria de las posibles piedras. Ya a pie de pared, seguimos observando la progresión de aquellas personas, era casi nula pero ya no podíamos hacer nada por prestarles ayuda, asique tocaba descender el glaciar, que no es poco, fue una bajada tranquila, salvo Rafa que al seguir el camino de subida que ya estaba deshelado se coló en unas de las tantas grietas que tiene un glaciar, menos mal que solo entró la pierna y no tuvo mayores consecuencias que el susto.


 A las 13.00 p.m. de la tarde estábamos abajo limpiando el equipo un poco y descansando al solecito, esperando a aquellos señores para preguntarles por el ascenso. Al llegar charlamos con ellos, no me entere muy bien de si coronaron o no, pero no me importaba, a mí ya me habían impresionado bastante, solo entendimos que decían, que era muy difícil y estamos de acuerdo con ellos, les deseamos suerte y nos fuimos hacia el refugio.
Tendríamos toda la tarde libre para estar tirados, solo habían pasado  unas horas desde aquella subida al refugio y ya ni me acordaba de lo dura que es, más aún viendo el refugio que no llega nunca. Ya allí, al llegar nos enteramos por una chica que habían robado en las tiendas, menos mal que nuestras cosas estaban dentro del refugio y tuvimos suerte de que aquel LADRÓN que poco tiene de montañero, no se llevase ninguna de nuestras cosas.
 En fin, montamos el campamento 3 en uno de los vivac que hay debajo del refugio, (el día anterior fuimos unos notas jajaja),hicimos la colada, nos aseamos un poquito en ese mismo rió “helado” y nos pusimos como el tenazas con unos carbonara. El resto de la tarde lo pasamos tirados, escribiendo, echando humo y eligiendo el camino del día siguiente. Aquí a 2561 m, cuando el sol se pone, no hay quien esté fuera, así que, nos metimos en la tienda a cenar un poquito que mañana nos esperaría un largo camino.





panoramica de pirineo español desde bayssellance





08:30 a.m. del día 17, hace mucho viento, pero con la ayuda de  los tapones y un buen vivac he dormido genial, tanto que se nos ha hecho tarde. Nos preparamos la pócima, guardamos los bártulos y pista, el día empieza con una subida hasta el collado de Ossoue para ir calentando un poquito, y desde allí toca un descenso importante hasta Oulettes de Gaube, que está a 2150 m, es un refugio muy bonito con unas vistas increíbles de la cara norte del Vignemale, cerca del río.


Oulettes de Gaube


Una marmota se nos acerca un poco y puedo sacarle un par de fotos de cerca, jeje que graciosa, pero no podemos demorarnos mucho, queda un largo camino.
Continua un largo ascenso al puerto de los mulos que está a 2590 m y ya solo seria seguir el río, dejándolo todo el rato a mano derecha, pero cómo no, las marcas del GR11 nos lían un poco y nos hacen ganar altura cuando deberíamos de ir por el río, menos mal que el sentido común en la montaña está más presente que nunca y le hicimos caso.





 Enlazamos nuestro camino hasta Bujaruelo, no habíamos llegado ni al primer refugio y ya eran las 4 de la tarde, íbamos mal de tiempo evidentemente, así que, decidimos refrescarnos los pies, unos pistachos y hasta abajo; es un camino muy monótono, se hace pesado y mas con las “amigas” que llevamos en la espalda.  Llegando a Bujaruelo encontramos un puente colgante, tenía unas vistas preciosas del barranco, nos entraron unas ganas de darnos un chapuzon…, tantas que un poco más abajo nos paramos en otro puente a bañarnos, yo meto los pies y no me atrevo mas, pero Rafa que es más atrevido, puede hasta “ducharse” un poco o mejor dicho darse un  baño checo, como lo quieras llamar jaja, me da mucha envidia y decido volver a los orígenes, trepando a un árbol para tirarme al agua, era la única forma de bañarme, cuando saltas ya no hay vuelta atrás y así fue, que con otro poco de valor, pude asearme un poco más en esa aguas gélidas.

 






















Descansamos un rato y a las 20:00 p.m. estábamos zampándonos el chocolate medio derretido que dejamos hace 2 días en el coche, que bueno que estaba. Montamos en el coche y nos fuimos directo a Torla a por unos bocatas, cerves y así cómo el tenazas de nuevo. Nos lo hemos ganado. Allí debatimos donde dormir, elegimos el vivac que vimos el primer día y fue una buenísima elección.












                                                                                                                                                                                                                                           

10:00 a.m. del día 18, no sé si por la cena, el cansancio o por qué, pero he podido dormir casi 11 horas del tirón, increíble, pero me siento nuevo, asique nos permitimos desayunar en el refugio.
 Decidimos salir del refugio y escalamos unas pocas vías por allí, que ojo con los IV de Bujaruelo jaja, graciosillos y un ratito de risas en el rio para tonificar, que para eso era nuestro día de descanso, aún así había que preparar todo para el día siguiente que iríamos al perdido.






















 Por lo tanto comimos y dirección Torla de nuevo, a comprar los billetes del bus,
Al llegar allí  nos quedamos comprando, tomando algo y nos fuimos a dormir al parking, pero que putada, donde pensábamos montar la tienda van y ponen los aspersores, menos mal que esperamos a que fuese bien de noche, pero en fin, en el suelo tampoco se está tan mal y más cuando encuentro por casualidad el cojín que me regalo mi hermana, que me hizo estar como en casa por momentos, además también hacia calor pero cualquiera no se cierra el saco, eso esta petado de mosquitos, asique me puse los tapones y a dormir.




 6:30 a.m. del día 19, suena ACDC y me despierta, pero se esta tan agustín dentro del saco que remoloneo un poco, y eso nos hace perder el bus de las 07.00 a.m. Había cantidad de mosquitos y me doy cuenta porque a Rafa se le ha quedado el cuello como el de Fernando Alonso, la pierna de Roberto Carlos y el brazo del Nadal, alucinante el hinchazón, menos mal que tengo al colega que se lleva todos para él, jajaja, a mí no me quieren ni los bichos.
Entre unas y otras cogemos el bus de las 07.30 a.m., por el camino le pegamos al chocolate con almendras un buen meneo, ya en la pradera a 1200 m tomamos el camino dirección Soaso, nos paramos en todas y cada una de las cascadas y aún así vamos a muy buen paso. Hoy si adelantamos a todo el mundo, incluso a los del bus de antes, como se notan los 5kg de menos en la mochila jaja.









A las diez de la mañana estaba Rafa dándose un chapuzón  en cola de caballo que está a 1700 m, (qué valor tiene, porque está prohibido). Después hicimos un inciso, unos pistachos y para las clavijas. Allí me lleve un chasco enorme, ¿esto son las clavijas? Después de las trepadas que llevamos encima con unos kilos de más, Soaso no entraña ningún problema, podría subir cualquier persona, son todo repisas y muy bien equipado, (me corrijo, si alguien no esta del todo seguro mejor bajar o subir por el camino, este mismo día, falleció un montañero Belga con 65 años, en estas clavijas. Mi mas sentido pesame a la familia etc..), a parte me llamo la atención lo bien señalizado que esta ese camino. Imposible perderse hasta 2200 m que está Goriz.






clavijas de Soaso
Cola de Caballo

Circo de Soaso















llegamos a las 11.30 a.m., no sabíamos muy bien qué hacer, daban bastante probabilidad de tormentas por la tarde y como hemos aligerado, vamos sin tienda asique decidimos tirar hasta buscar un buen vivac, de camino hacia el perdido vimos unos cuantos, pero no tan buenos como el que encontré a las dos de la tarde, en lago helado. Era lo que andábamos buscando asique montamos el campamento 4 a 3000 m, con unas vistas preciosas a la famosa escupidera. Nos preparamos una sopita muy rica a esas alturas y agito el gas poniendo en duda que nos dé para más comidas. Para colmo el repuesto en el coche.






Goritz


vivac del lago helado














 Bueno, ya con la tripa llena y calentita, Rafa se echa la siesta mientras yo me tumbo al sol a leer un poco, y me doy cuenta que si trepo hasta el cuello del perdido, veré el lago Marboré, refugio Tucarroya y demás. Con Rafa dormido ni me lo pienso y voy para arriba, ya en faena me entra el cague, es una trepada muy expuesta, nada fácil, voy solo y para colmo en zapatillas, me armo de valor y continuo hasta mi objetivo, es un lago precioso pero apenas me dan los ojos para ver el refugio, asique no demoro mucho allí pues a algo más de 3000 m, hace frió, asique para debajo de nuevo, es un descenso acojonante, no sé ni cómo hay camino por aquí, es peligroso, pero como estaba solo bajé limpiando un poco la vía, para mí en primer lugar y para otros.
El sol en este lugar se va rapidito, por lo que a eso de las seis y media me meto en el saco muerto de frio.


Lago Marbore
















3:30 a.m. del día 20, me he quedado dormido sin cenar, pero cuento y por lo menos he dormido ocho horas, que bien. Espero un poco hasta las siete y despierto a Rafa, empezamos a calentar el agua para desayunar y en efecto, po,po,po,po... sin gas jajaja que gracia con el fresquito que hace no me entra nada frió, pero hay que llenar el buche, que anoche no cenamos, y eso hizo que se me pusiera mal cuerpo, pero es lo que hay que pagar por no llevar peso extra.




 A las 07.30 a.m. ya estábamos en faena, no es una subida tan dura como nos la pintaron o eso nos pareció a nosotros, pero también cuenta el ir sin peso, eso sí, depende de las condiciones del tiempo. Ya arriba estuvimos viendo todo, echando fotos, humo, risas y demás, y mirando alrededor encontré el Vignemale, son unas vistas preciosas, pero nos espera un largo día de bajada asique toca bajar ya. Hicimos en veinte minutos, lo que nos había llevado subir una hora y media, buen tiempo, gracias a ben grill jajaja. Como nos hemos quedado sin gas variamos nuestra ruta, que pasaría por la brecha rolando, pues no, ahora bajamos a Goriz de nuevo. A las doce estábamos apretándonos unos huevos con jamón en el refugio, 21€ es lo que hay y eso que estoy federado jajaja. No hicimos suficiente descanso porque había un largo camino por delante, y en la subida hasta el cuello de Millaris 2457 m, íbamos muy fatigados, menos mal que solo queda descender hasta la pradera, nos liamos un poquito cerca de las grandes paredes y barrancos de Cotatuero, y a Rafa le da por ponerse nervioso al no ver un sitio claro por dónde bajar, lo intento tranquilizar como siempre, pero ya me conoce más y no sirve de nada, hasta piensa en volver a Goriz jajaja, idea que yo no comparto.





Gavarnie



La escupidera
Marbore y al fondo el macizo del Vignemale



















Bueno buscando y rebuscando, encontramos el barranco más accesible que baja hasta la primera pradera del circo, son los Detrepes de Pirineos por lo visto.
Ya tranquilos los dos, metemos un poco los pies en esas aguas gélidas que bajan por Cotatuero, dejando a su paso numerosas cascadas preciosas. Nos acabamos los pistachos y dirección a las clavijas, estas si que molan, claro está si padeces de vértigooooo... También puedes intentarlo, esta reequipada con una sirga nueva, igual que una ferrata, pero como no llevamos arnés, adelantamos a todo el mundo que allí había, para bajar los primeros. La gente que no se había  atrevido a subir, nos echa fotos desde abajo, es normal yo lo haría y seguro que piensan que estamos locos jajaj, hay que saber lo que uno puede y no puede, aparte de ir con extremo cuidado, porque un resbalón puede ser definitivo… Desde allí queda un importante descenso entre pinos que se hace llevadero, pero las rodillas a esas horas del día comienzan a fallar.





Cotatuero



Clavijas de Cotatuero



A las 18.00 p.m. estábamos sentados en la parada del bus, y al montar, casi se olvida Rafa el teléfono en el suelo, gracias a un señor que le pego una voz en alto para avisar de la perdida, que buen tío.
Ya en Torla nos tomamos las jarritas de rigor, hicimos la compra y salimos a las afueras a un merendero donde nos acampamos.






















8:30 a.m. del día 21, parece que ya sabemos dónde montar los campamentos, porque he dormido fenomenal, ¿seré verdad que uno se acostumbra al suelo? Que va, mi cama es mi cama jaja.
 El cansancio, la cena y la almohada  han puesto mucho de su parte. A mí se me hacia un poco pronto volvernos, tenía en mente otro más por lo menos, pero puesto que a Rafa le han salido ampollas (regla numero 12 cortarse los mejillones, excepto yo jaja) y tenemos cosillas que hacer por casa, pues tiramos de excusa barata y decidimos avanzar un poquito a Morata de Jalón, a “descansar”.
Escalando, me había dejado los croquis en casa, pero Rafa que es aficionado a las oficinas de turismo, consiguió unos, no era gran cosa pero nos valía.
 El día de antes había estado intentando reunir a más Alakranas aquí, pero es tarde para hacer nuevos planes, bueno ya vendremos en otro momento. Escalamos un poquito en la Peña del Reloj, un par de vías bastante chungas en todos los aspectos, hay partes supersobadas y partes muy sucias, dos extremos malos pero la escuela me gusto en sí porque hay mucha variedad, el coche a pie de vía y sombra para elegir (tan importante en verano)
Por la tarde estábamos dándole en el Puente Roca, como siempre quiero probarme, le di unos pegues sin éxito a una vía que parecía estar chula, pero muy por encima de mi grado, por eso ni pase del segundo cáncamo pero me lo pase bien. Allí me quede como un chorizo en el lance, una y otra vez, pero nada, que no hay manera. Bueno ya con las manos llorando, decidí poner fin a las vacaciones de relax de dos Alakranas. Buscaría la revancha otro año jeje y por cierto cuando llegue a casa y busque la vía, pone que es el primer 8b sacado a vista en España, si es que tengo buen ojo, pero hay que entrenar más jejeje.





espolon octavius V+
















Camuz 8a+/b


puente roca
















Espero que os haya gustado la iniciativa y que alguno más de nosotros publique más cosas.
Un saludo mufisss jaja.


Rubén López Ávila (Chimpy).